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Un millón de sueños

Con la perspectiva de los años, revisito la música de la cantante Cecilia (1948-1976) gracias a un programa de Radio Nacional de España que reseñaba el libro Cecilia 2, por Eduardo Bravo (Lengua de Trapo, 2024).

La mayor parte de nosotros recordamos a la cantautora por el éxito de Un ramito de violetas, que dio título a su tercer LP, o por otras canciones de su primer álbum como Dama, Dama o Mi querida España, pero Cecilia fue mucho más. Su segundo disco, Cecilia 2, nació bajo el signo de los discos malditos.

Cecilia nace como Evangelina Sobredo en 1948 en El Pardo, Madrid. Hija de diplomático, la educan en inglés, y su infancia y la de sus siete hermanos transcurre en Estados Unidos, Portugal, Argelia, Jordania y Reino Unido, entre otros países. A finales de los sesenta se establece en España para estudiar Derecho pero en 1971 su talento y su pasión por la música la llevan a dedicarse a ella profesionalmente, firmando un contrato con CBS.

En 1973, Cecilia había compuesto diversos temas en inglés y en español y cosechado un gran éxito comercial con su primer álbum Cecilia, y en su segundo LP, mucha gente esperaba más de lo mismo. En lugar de eso, la artista se sinceró emocionalmente y decidió abordar temas espinosos, que llevaban décadas silenciados —la memoria de la Guerra Civil (Un millón de muertos), la emancipación femenina (Me quedaré soltera), el suicidio (Si no fuera porque)—, pero que pronto transformarían el país de arriba a abajo.

Cecilia compuso la canción Un millon de sueños inspirada por la novela de Jose Maria Gironella Un millón de muertos. En palabras de Eduardo Bravo, «hablaba de cómo la Guerra Civil y sus ausencias atravesaban, todavía en 1973, la existencia de la población española».

El título de la canción debería haber sido Un millón de muertos, pero la censura lo echó para atrás. A pesar de que supuestamente la Ley de Prensa de 1966 había suavizado las restricciones a la libertad de expresión y creación artística, «los músicos debían pasar sus obras por el organismo censor, que podía limitar su distribución, difusión o incluso retirarlas de la circulación de manera sobrevenida, con la consiguiente sanción» –cuenta el libro– generando inseguridad jurídica y en ocasiones graves prejuicios económicos a las empresas culturales.

Así, Un millón de muertos se convirtió en Un millón de sueños, a pesar de que el término muertos se mantuvo en la canción.

Teresa Sobredo explicaba en una entrevista que su hermana no tuvo problema en cambiar [el título] ante la censura […]. De hecho, decía que «un millón de sueños es lo mismo que un millón de muertos, porque los asesinos acababan con todo, hasta con los deseos,» explica Ana Fernández Cebrián, que ve una clara conexión entre el tema de Cecilia y los deseos y utopías de las generaciones que vivieron la Guerra Civil. Un millón de sueños conecta con la historia de represión y violencia que atraviesa las vidad de la gente bajo la dictadura en la esfera pública, pero también en la esfera privada, al reflejar cómo esa represión se filtra en la vida familiar y en la intimidad: en los sueños, el lenguaje, los afectos y los deseos».

Cecilia 2. La historia del disco que no pudo ser, por Eduardo Bravo [p.66]

Como la canción ya había sido grabada y el disco era una realidad, no impidieron su publicación, pero sí su difusión especialmente en la radio, que en esa época era el único medio de difusión musical:

Consideramos oportuno advertirle que la canción Un millon de sueños, que encabeza la cara B de este disco, ha sido calificada de «no radiable».

Nota de Discos CBS, citada en Cecilia 2 [pag. 75]

El libro desvela toda la historia de la canción…

Cuando parecía que el asunto estaba resuelto, la cosa se complicó. Cecilia fue denunciada y tuvo que hacer frente a un proceso judicial para dilucidar si la letra de su canción tenía consecuencias penales. De esta forma, el 28 de noviembre de 1973, Evangelina compareció en el Juzgado de Orden Público número 2 para explicar al juez el significado de la canción. «La guerra a la que aludo en mi canción no es la Guerra Civil española, sino la Guerra de los Seís Días que yo misma viví durante mi estancia en Ammán», explicó.

Cecilia 2 [pag. 77]

Al final el proceso fue archivado. Lamentablemente, Cecilia murió en un accidente de tráfico en agosto de 1976. Tenía solo 27 años. Tal como cuenta en el prólogo, fue el autor quien, con su insistencia ante la discográfica, consiguió que se pudiera escuchar de nuevo el disco Cecilia 2 en plataformas digitales incluso antes de la publicación del libro. No dejen de escuchar las canciones.

Gracias al archivo público online de RTVE, aquí se puede escuchar una entrevista original con Cecilia en febrero de 1975, y el programa que me dio a conocer el libro de Eduardo Bravo (empiezan a hablar de él a mitad del programa).

Lean la letra de Un millón de sueños. Escuchen esta canción y lean el libro de Eduardo Bravo que recupera la historia de Cecilia 2.

Ahora vivo a costa de un millón de muertos.
Un millón de tumbas, un millón de espectros.
Ahora vivo a costa de un millón de cuerpos.
Un millón de sombras, un millón de sueños.

¡Cuánta tumba!
Ya no hay tierra para cavar en ella.
Para dejar sin nombre tanto hombre.

¡Cuántos nombres en la historia!
Son dueños de las glorias.
¿Cuántos hombres cuestan las victorias?

Ahora vivo a costa de un millón de muertos.
Un millón de tumbas, un millón de espectros.
Ahora vivo a costa de un millón de cuerpos.
Un millón de sombras, un millón de sueños.

¡Cuánta sangre se ha perdido!
Cuánto honor herido.
En estas guerras crueles sin laureles.

¡Cuánta hambre se ha pasado!
Hambre por cada lado.
Hambre de paz, hambre de hombre honrado.

Ahora vivo a costa de un millón de muertos.
Un millón de tumbas, un millón de espectros.
Ahora vivo a costa de un millón de cuerpos.
Un millón de sombras, un millón de sueños.

¡Cuántas lágrimas lloradas!
¡Para lavar las llagas!
¡Para olvidar los muertos con el tiempo!

¡Cuántos ojos, cuántas caras!
¡Cuántas vidas cortadas!
¡Cuántas ilusiones enterradas!

Ahora vivo a costa de un millón de muertos.
Un millón de tumbas, un millón de espectros.
Ahora vivo a costa de un millón de cuerpos.
Un millón de sombras, un millón de sueños.

FOTO: Cecilia (1974) por Alfredo Fraile Lameyer Management. Public domain

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El Tribunal de orden Público: 11.958 años de cárcel

Este diciembre no solo se cumple el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y el séptimo de la creación de nuestra asociación. Se cumple también una efeméride más siniestra: el 60 aniversario de la creación del Tribunal de Orden Público durante la dictadura franquista, como parte de su estrategia de pretender dotarse de un marco legal y legitimar así la represión que ejercía contra conductas que eran consideradas delitos políticos.

Hoy incorporamos a nuestra base de datos los nombres de las 9.746 personas procesadas por dicho tribunal, cedidos por el abogado laboralista, magistrado, Doctor en Derecho e investigador Juan José del Águila. [Aquí la descripción del conjunto de datos]

El Tribunal de Orden Público (TOP) existió en España durante el franquismo entre diciembre de 1963 y enero de 1977 para reprimir y juzgar los considerados delitos políticos, especialmente los clasificados “contra la seguridad interior”. Otros delitos continuaron bajo la jurisdicción militar (ver Sumarísimos). 

Lo primero que llama la atención es que de los 11.483 casos procesados por el TOP relacionados con delitos contra la seguridad interior, el 77 por ciento estaba relacionado con conductas que hoy en día constituyen derechos y libertades democráticas de los ciudadanos. Sin embargo, para el franquismo, estos comportamientos cívicos eran gravemente catalogados según la tipificación delictiva que juzgaba privativamente el TOP, esto es, asociación ilícita, propaganda ilegal, manifestaciones y reuniones, desórdenes públicos y sedición. 

Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 237)
Palacio de las Salesas en Madrid, Sede del Tribunal de Orden Público (TOP) durante su existencia. Actual sede del Tribunal Supremo. FDV, CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons

Según cuenta Juan José del Águila en su blog Justicia y Dictadura

El TOP se creó junto al Juzgado de Orden Público (JOP) por Ley de 3 de diciembre de 1963, funcionó desde primeros del año 1964 hasta su extinción por decreto del 4 de enero de 1977. El JOP instruía los sumarios y el TOP celebraba los juicios y dictaba las sentencias, que mayoritariamente fueron condenatorias . Fue el último de los muchos tribunales especiales represivos. Sus condenas se basaban fundamentalmente en los atestados policiales de la brigada político social, con declaraciones obtenidas en la mayoría de las ocasiones con torturas y malos tratos.

Nadie sabe más sobre el TOP que Juan José del Águila. Después de estudiar Derecho y Sociología, en 1969 fue encausado y condenado por dicho Tribunal. Por ello, pasó un año en diversas cárceles. En 1997 leyó su tesis doctoral sobre el TOP (se puede leer íntegra en su blog). 

En 2021 se publicó la segunda edición revisada y ampliada del libro El TOP. La represión de la libertad (1963-1977). La primera edición vio la luz en el año 2000, aunque su presencia en el mercado fue breve. Esta segunda edición la promovieron la Fundación Abogados de Atocha y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Suyo es el dato de que el TOP impuso un total de 11.958 años de cárcel a quienes condenó.

En aquellas fechas esta denominación, inédita hasta entonces hasta nuestro país, no sorprendió a nadie, dado que la simple conjunción de los vocablos «Tribunal» y «Orden Público» estaban en línea con las conocidas pretensiones políticas que perseguía el régimen: civilizar la represión política que, hasta esas fechas, estaba siendo aplicada fundamentalmente por los militares.

Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 216)

En su momento, incluimos una reseña del libro por Enrique Lillo Pérez en un artículo respecto a la masacre de Atocha, en la que Juan José del Águila y Manuela Carmena pudieron haber perdido también la vida junto a sus compañeros, también abogados laboralistas.

La primera edición del libro iba acompañada de un CD con una base de datos, el TOPDAT, que permitía acceder a la totalidad del texto de las sentencias ubicadas hasta entonces, y hacer búsquedas por los nombres de los/as abogados/as y de los/as procesados/as, tal como explica Del Águila en su blog . Lamentablemente, veinte años después no parece ser posible editar algo semejante en formato digital, a pesar de que constituiría un estupendo recurso de investigación sobre dicho Tribunal. No en vano, desde nuestra asociación seguimos promoviendo la transparencia y el derecho de acceso a la información pública.

Respecto a la denominación del Tribunal:

El uso del concepto «Orden Público», una de las expresiones clave del franquismo, también resultaba idóneo para los objetivos pretendidos con la creación del TOP. Dicho concepto aparece estrechamente ligado a las intenciones de los militares golpistas, y así venía recogido en las instrucciones preparadas por el general Mola y que más tarde se reproducirían casi literalmente en todos los bandos de los sublevados contra la República. Franco, por ejemplo, declaró el estado de guerra en el archipiélago canario afirmando que su objetivo era el restablecimiento del orden público quebrantado en la República…

Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 216)

En esta segunda edición, Del Águila explica que durante su investigación no solo ha podido incluir las 86 sentencias correspondientes al primer trimestre de 1972, que no estaban en el archivo con el resto de la documentación, sino que ha “aflorado” la existencia de dos tribunales de breve vida pero fundamentales por sus características como antecedentes para entender la creación del TOP. Se trata del Primer Juzgado Especial de Orden Público, en febrero de 1956; y el Juzgado Especial Nacional de Propaganda Ilegal, en mayo de 1957, ambos adscritos a los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Madrid nº 19 y 13 respectivamente. (pág. 35)  

Es de destacar que, si bien entre los años 1969 y 1971 el TOP procesó a más de 900 personas cada año, los años de mayor represión por lo que se refiere a número de procesados fueron los últimos de su existencia, entre 1973 y 1975. Según la investigación del autor, el 74% de las 3.884 sentencias del TOP fueron condenatorias, llegando este porcentaje hasta el 85% en 1976 (pág 232) y el 20% de los 9.746 procesados eran estudiantes universitarios, 2.002 en total (pág 226).  

En esta nueva edición, Del Águila dedica dos capítulos al “caso Grimau”: el irregular -incluso en el marco de la dictadura- proceso al dirigente político comunista Julián Grimau y su posterior fusilamiento el 20 de abril de 1963, calificándolo de “crimen de estado”. 

Respalda con amplia documentación la hipótesis de que, durante el mes de abril de 1963, el Consejo de Ministros decidió retrasar deliberadamente la aprobación del Decreto Ley de creación del TOP hasta la definitiva promulgación de la Ley de creación del Juzgado y Tribunal de Orden Público el 2 de diciembre, para poder ajusticiar a Julián Grimau mediante un consejo de guerra en un tribunal militar, como se había hecho hasta entonces (ver Sumarísimos).

El proceso a Julián Grimau, el hecho de que fuera objeto de torturas (que se intentaron ocultar alegando que Grimau se había lanzado voluntariamente por una ventana durante su interrogatorio) y su sentencia a la pena capital provocó protestas internacionales e incluso la intervención del Papa Juan XXIII para intentar evitar su muerte.

Protesta en parís en 1963, por los crímenes cometidos contra Julián Grimau, Manuel Moreno Barranco, Francisco Granados y Joaquin Delgado. Foto por Torre de viento, CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons

El autor llega a una dura conclusión:

Mientras la sociedad española no asuma en lo sustancial que el caso Grimau fue un “crimen de Estado”, no podrá decirse que el régimen democrático está definitivamente consolidado en este país.

Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 403)

Juanjo del Águila ha explorado archivos durante décadas. Les invitamos a descubrir los resultados de su ardua investigación en este libro y en su blog justiciaydictadura.com, donde escribe principalmente sobre el TOP, la Brigada Político-Social y la Jurisdicción de Guerra.

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FOTO: Portada del libro El TOP. La represión de la libertad (1963-1977), de Juanjo del Águila. Editado por la Fundación Abogados de Atocha; Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Madrid, 2020.

Bienvenida, Academia

El martes 21 de noviembre intervine como ponente en el congreso Hacia una infraestructura digital de investigación de la Guerra Civil española y la represión franquista, organizado por el Centro de Estudios sobre Dictaduras y Democracias (CEDID), Centro de Estudio e Investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), formado por más de un centenar de investigadoras e investigadores de diferentes disciplinas. El congreso fue en la UAB, en Barcelona.

El CEDID organizó este congreso con la colaboración de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB, la University of California in Los Angeles (UCLA) y la Arkansas State University (ASU). Aquí podéis ver el programa. Os compartiremos los videos cuando estén disponibles.

Un gran aspecto del congreso, aparte de la estupenda organización por parte de Ana M. Alarcón-Jiménez (UAB), Victor Aparicio Rodríguez (UAB), Andrea Davis (ASU) y Wendy Perla Kurtz (UCLA), fue que culminó con la presentación del European Holocaust Research Infrastructure (EHRI) por parte de Katharina Freise, y con la formación de un grupo de trabajo con el objetivo a medio-largo plazo de promover una infraestructura similar a la del EHRI, es decir un marco global que permita acceder y mapee archivos, universidades e iniciativas de la sociedad civil para facilitar la investigación de la Guerra Civil y la dictadura franquista.

A lo largo de estos años diversos miembros de ihr.world hemos participado en congresos, a menudo para presentar los proyectos de la asociación y defender el acceso a la información y documentación. Sigue una selección. Podéis ver otras actividades aquí.

En 2023 Jesús Montilla participa en el congreso internacional Refugio y Exilio en Atenas, organizado por la Helenic Open University y por la Universitat Autònoma de Barcelona (24 al 26 de abril)

En 2022, participé en el VII Congreso Internacional de Transparencia y Gobierno Abierto en Cartagena [min 1:15:00] ( 28 septiembre) y, junto con Carlos Terraga en el IV Coloquio Internacional sobre Violencia Política en el siglo XX. [minuto 1:14:04] (17 junio)

En 2021, presenté una comunicación en el Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Taller 28: Archivos, documentos y fuentes digitales de la Historia: Herramientas, métodos y técnicas de investigación. Se celebró en Córdoba y recientemente, se han publicado las actas, que podéis ver al completo aquí, y mi ponencia a continuación:

En 2020 Martin Virtel participó en el Laboratori d’Arxius Municipals de Barcelona (LAM2020) con la ponencia Más allá de la digitalización: visualización de datos. (20 Noviembre)

En 2019 participamos en la mesa redonda del eje reparación jurídica y social en el XVIIè Congrés d’Arxivística i Gestió de Documents de Catalunya. L’arxiu social: de servei a comunitat. Sant Feliu de Guíxols [Video -minutos 0:38 a 1:01] (9 mayo), y en 2018, en la mesa redonda Los agentes sociales: la aportación de las instituciones públicas y fundaciones a la sociedad digital, en el Coloquio Internacional Pasados traumáticos. Historia y Memoria colectiva en la Sociedad Digital. (26 octubre). Allí coincidimos con Matilde Eiroa, Investigadora Principal del proyecto HISMEDI de Humanidades Digitales, que ha sido también ponente en este último congreso.

Además, desde la existencia de la asociación Innovación y Derechos Humanos, hemos abogado por la interdisciplinariedad y el contacto con organizaciones civiles, especialmente las relacionadas con la promoción del acceso a la información. Por ello, pertenecemos a la Coalición ProAcceso y creamos una página sobre el derecho de acceso a la información.

Además, consideramos importante buscar puntos en común con profesionales que desarrollan un gran trabajo para promover el acceso a la documentación. Tenemos un convenio con la muy activa Associació de Professionals de l’Arxivística i la Gestió de Documents de Catalunya, y contacto con otras, especialmente, la Asociación Archiveros Castilla y León, (ACAL) y Asociación de Archiveros del Principado de Asturias (AAPA), así como Archiveros sin Fronteras (ASF).

Ha sido un gran evento haber estado en el congreso Hacia una infraestructura digital de investigación de la Guerra Civil española y la represión franquista rodeada de tantas personas con proyectos y capacidades estupendas. Tenemos esperanza de tener un papel activo en el grupo de trabajo que se ha formado para promover un marco global de acceso y mapeo de archivos, universidades e iniciativas de la sociedad civil para facilitar la investigación de la Guerra Civil y la dictadura franquista, y esperamos que muchos otros actores se unan a este barco que acaba de empezar a navegar.

FOTO: Captura de pantalla del congreso.

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El Winnipeg: exilio de Francia a Chile

Continuamos incorporando datos relativos a las personas exiliadas a consecuencia de la Guerra Civil y la represión que la siguió a nuestra base de datos. Esta es la historia del SS Winnipeg. Jaime Ferrer Mir, hijo de uno de los pasajeros, elaboró un listado y lo publicó en el libro Los españoles del Winnipeg: El viaje de la esperanza [Ed. Cal Sogas, Santiago de Chile, 1989]. Gracias a un convenio con la Fundación Pablo Iglesias, hemos integrado esos nombres, que ahora son buscables entre los 1.425.283 registros referenciados a archivos de que disponemos hasta el momento. Aquí está la descripción del conjunto de datos.

El SS Winnipeg fue un paquebote mixto mixto francés, preparado para pasaje y carga, construido en 1918 y botado con el nombre de Jacques Cartier en los astilleros de Dunkerque en 1919. Originalmente podía transportar hasta 97 personas, con una tripulación de 114. 

Se conoce al Winnipeg por su viaje transportando 2200 españoles tras la Guerra Civil. El barco salió de Pauillac (Francia) el 4 de agosto de 1939

Tras terminar la Guerra Civil en febrero de 1939, el ex embajador republicano español en Chile, Rodrigo Soriano, había mandado una carta al Gobierno chileno preguntando si su país estaba dispuesto a conceder asilo a refugiados españoles que se encontraban hacinados en campos de concentración en Francia. 

Gracias a la solidaridad del gobierno chileno, el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) [Lee más sobre el SERE en El exilio republicano: Introducción] adaptó el barco para acomodar a los refugiados españoles entre los meses de junio y julio de 1939 en los astilleros de El Havre. 

El Winnipeg. Agrupación Winnipeg. Este archivo ha sido publicado en Wikimedia Commons gracias a una colaboración entre el Centro Cultural de España en Santiago y Wikimedia Chile., CC BY-SA 4.0.

La expedición fue promovida por el poeta chileno Pablo Neruda, quien viajó a Francia como cónsul especial para la emigración española en París y que, en coordinación con el SERE, organizó la expedición marítima. El propio presidente Pedro Aguirre Cerda-líder del Frente Popular- comprometió los esfuerzos del Estado para apoyar y financiar el traslado a Chile de los refugiados españoles. Antes de llegar a Francia, Neruda pasó por Buenos Aires, Rosario y Montevideo, donde obtuvo la colaboración de organismos solidarios argentinos y uruguayos que participaron en la financiación del exilio de los refugiados. Neruda se había desempeñado antes como cónsul de Chile en Barcelona en 1934 y en Madrid en 1935.

El viaje a Chile duró 30 días, y los últimos días de navegación los hizo cerca de la costa y a oscuras, por temor a sufrir atentados de submarinos alemanes. El día 26 de agosto de 1939 el barco atracó en Arica, en donde descendieron un grupo de pasajeros que se instalaron en dicha ciudad del norte de Chile.

La tarde-noche del 2 de septiembre, el Winnipeg atracó en el puerto de Valparaíso. Al día siguiente, a las 9 de la mañana, comenzó el descenso de los pasajeros. Los refugiados recuerdan con emoción el recibimiento a su llegada a Valparaíso. Los esperaban autoridades civiles y militares, dirigentes políticos, de sindicatos, estudiantiles, y numeroso público, que entonaban canciones republicanas para recibirlos.

De este contingente, un grupo de ellos se quedó en Valparaíso, otro grupo abordó un tren directamente a la Argentina, y el grupo mayoritario viajó en tren a Santiago, donde también se les tributó un cariñoso recibimiento

Tras la ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial, el Winnipeg permaneció bajo bandera francesa, navegando para la Francia colaboracionista de Vichy. Fue capturado en 1941 en el mar Caribe, y confiscado por el gobierno británico posteriormente. En 1942 fue renombrado Winnipeg II y torpedeado por un submarino alemán.

Gran parte de los pasajeros del Winnipeg eran obreros especializados, técnicos y profesionales, y contribuyeron al desarrollo del mundo editorial, la ciencia, la industria y el comercio chileno. 

Algunos destacados intelectuales y artistas que llegaron a Chile como refugiados en el Winnipeg fueron José Balmes, Roser Bru, José Ricardo Morales, Leopoldo Castedo, Antonio Romera y   Mauricio Amster, entre otros, según memoriachilena.

El Winnipeg representa una doble tragedia de perder una guerra y salir de la patria. Su travesía pertenece a la gran historia de la diáspora del exilio español, y es el hito fundamental de este exilio en Chile, el que ha tenido un papel altamente relevante en América. 

José A. Martínez de Villarreal, ministro consejero de la Embajada de España en ocasión del 50 aniversario de la llegada a Chile del Winnipeg. [Fuente]
Conmemoración de 80 años de la llegada a Valparaíso del Winnipeg con exiliados republicanos españoles, muchos refugiados hasta entonces en campos de concentración en Francia, tras huir de la Guerra Civil para obtener una nueva oportunidad en Chile.

Lee también sobre el exilio:

FOTO: Un grupo de niños embarcados en el Winnipeg (1939). Agrupación Winnipeg. Este archivo ha sido publicado en Wikimedia Commons gracias a una colaboración entre el Centro Cultural de España en Santiago y Wikimedia Chile., CC BY-SA 4.0.

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Rosa Torán, in memoriam

El 30 de junio de 2023 falleció Rosa Torán, profesora y activista de la difusión de las historias de los republicanos españoles deportados a campos nazis. Hubo más de 9.000 deportados/as y de ellos, más de 5.000 fueron asesinados/as. Aquí los artículos que hemos publicado sobre ellos/as.

En junio de 2022 se celebró el IV Coloquio Internacional sobre Violencia Política en el siglo XX, organizado por el Centro de Estudios sobre Dictaduras y Democracias (CEDID), que forma parte de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). En dicho coloquio coinicidieron en una mesa redonda Rosa Torán, como miembro del Ateneu de Memòria Popular [minuto 44:50], y Concha Catalán, en representación de ihr.world [minuto 1:14:04]. Rosa Torán habló en esta ocasión de su trabajo en el Ateneu Memòria Popular, entidad barcelonesa que organiza numerosas actividades. Podéis ver las dos intervenciones en el siguiente video:

En recuerdo de Rosa Torán, reproducimos algunos fragmentos de la glosa que le hizo el historiador Joaquim Aloy en ocasión de la entrega del premio Bages de Cultura 2015 en Manresa:

Mucho antes de conocer Rosa, conocí su familia. No personalmente, sino a través de los documentos. El apellido “Toran” emerge con fuerza en las primeras investigaciones que hice hace mucho tiempo sobre la República en Manresa. Eran tres hermanos: Daniel -el padre de Rosa-, Ramir y Bernat, los tres muy comprometidos con la justicia social y con firmes convicciones republicanas y catalanistas.

Daniel era el hermano mayor. Trabajaba en Cal Jorba [grandes almacenes cuyo origen fue una tienda en Manresa en 1893] y era miembro de la Asociación de Dependientes del Comercio y la Industria, una entidad sindical muy activa durante la década de 1930 (…)

Su hermano Ramir militaba en el Bloc Obrer i Camperol [Bloque Obrero y Campesino], que después se integró al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Recuerdo como Ricard Lladó, un manresano entrañable que había estado también en las dos organizaciones, me explicaba cómo entró en el Bloc: “Paseaba tranquilamente –decía- por la calle del Juego de la Pelota y vi un letrero que ponía ‘Bloc Obrer i Camperol ’ y me emocioné. Ostras, qué nombre tan bonito! ‘Obrero’ y ‘Campesino’. Qué significación tan profunda! Al momento decidí entrar al local y hacerme militante”. (…)

Hemos citado los dos hermanos mayores, Daniel y Ramir. El pequeño era Bernat. Trabajaba también en Cal Jorba, era de la Asociación de Dependientes, y simpatizaba con el POUM.

Los Toran vivieron la época de la República con toda la ilusión del momento. Pero vino la guerra y el régimen de Franco, cruel y despiadado, no perdonó a los Toran su lealtad catalanista y republicana.

Daniel –el padre de Rosa- fue represaliado. Ramir fue encarcelado durante años. Y Bernat se exilió, pero tuvo la mala suerte de acabar en los campos de concentración nazis, donde perdió la vida.

Jacinto Carrió –manresano superviviente de los campos de Mauthausen y Gusen- siempre hablaba de Bernat Toran. Era su amigo del alma. “Con Bernat –decía– lo habíamos compartido todo”. Perdida la guerra, ambos cruzaron la frontera, pasaron por los campos de refugiados de Barcarès y Sant Cebrià en Francia, ingresaron en la 115 Compañía de Trabajadores Extranjeros y fueron capturados por los alemanes, que los deportaron a Mauthausen y Gusen.(…)

Bernat Toran, al cabo de un tiempo, después de los terribles sufrimientos sufridos en el campo de Gusen, quedó exhausto y tuvo que ingresar a la Enfermería del campo.

¡¡Ingresar en la Enfermería de un campo nazi!! Esto prácticamente significaba la muerte. La mayoría no salían vivos.

“Los dos –escribe Carrió- presentíamos el desenlace. Llorábamos por dentro. Nos miramos, nos abrazamos y le di un beso en la frente […] Tenía las piernas hinchadas, casi no podía andar”.

Y al cabo de pocos días pasó lo peor: “El secretario –escribe Carrió-, como cada día, leyó la lista de los muertos. No tardó en decir su número”. (…)

Austria – Campo de concentración de Mauthausen, prisioneros en la cantera (escalera de la muerte) By Bundesarchiv, Bild 192-269 / CC-BY-SA 3.0

Bernat Toran murió el 6 de enero de 1942. Tenía 24 años. Uno de los últimos deseos que había manifestado al Carrió era poder volver a casa para explicar qué era el fascismo.

El fascismo, Mauthausen, Gusen… ¿Como explicarlo? ¿Cómo describir tales aberraciones humanas? A Jacinto Carrió le era imposible. Afirmaba: “Ninguna palabra es suficiente para describir el horror”. (…)

Con estos antecedentes, no es extraño que Rosa Toran por un lado, estudiara historia y se interesara de manera especial por la República, la resistencia al franquismo, el papel de la mujer, los campos de concentración; y que, por otro, militara activamente en el antifranquismo; además de trabajar incansablemente para que se hiciera justicia a las víctimas de la guerra, el franquismo y el nazismo, y luchar para que nunca más se pueda repetir la barbarie del holocausto.

Rosa Toran se ha convertido, entre otras muchas cosas, en un referente en el estudio de la deportación en nuestro país. (…)

En 1985, Rosa Toran ingresó en el Amical de Mauthausen, que presidió entre 2006 y 2013. Esta asociación trabaja a favor de la memoria de quienes sufrieron la deportación en los campos nazis. En todos estos años han hecho una gran tarea: investigación, reconstrucción de bases de datos de los deportados, elaboración de sus itinerarios biográficos, compilación de vivencias, publicaciones, exposiciones, conferencias, actos de homenaje…

Ahora oficialmente Rosa se encarga de la secretaría de archivos y publicaciones, pero en la práctica hace mucho más que eso. Siempre que he ido al local de Amical la he encontrado atareada, celebrando reuniones, atendiendo consultas, recibiendo visitas, buscando papeles… ¡No escatima energías en aquello que es su pasión, su vida! (…)

Esta es la gran tarea que está haciendo desde hace muchos años Rosa Toran. Combatir el fascismo con todas sus fuerzas, recuperar la memoria histórica, reivindicar los valores de la República, homenajear los deportados, luchar contra el olvido… Y por eso te dan este premio y por eso nosotros te damos las gracias y te animamos a continuar trabajando por esta causa tan noble. Tu tío Bernat no pudo cumplir su deseo de volver a Cataluña y explicar qué era el fascismo. Tú has dedicado buena parte de tu vida a ello. Él estaría muy orgulloso de tú. ¡Muchas gracias y muchos ánimos!

Notas: La asociación Amical de Mauthausen dispone online de diversas bases de datos, entre ellas una de Barceloneses deportados a los campos nazis (1940-1945). / El historiador Joaquim Aloy es uno de los fundadores del estupendo Portal de memoria e historia de Manresa memoria.cat

FOTO: Portada del libro Los campos de concentración nazis.: Palabras contra el olvido por Rosa Torán (Ed. Península, 2005)

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Apóstoles y asesinos

Apóstoles y asesinos, por Antonio Soler (Galaxia Gutenberg, 2016) es un libro imprescindible para conocer la relación entre algunos de los personajes destacados en la lucha social en Catalunya desde inicios del siglo XX hasta 1923. Ayuda a entender la gestación de la conciencia de clase y el anarcosindicalismo y, en consecuencia, la reacción de rechazo y resistencia popular al golpe de estado de 1936 que originó la Guerra Civil.

El relato lleva el subtítulo de Vida, fulgor y muerte del Noi del Sucre y se articula entorno a Salvador Seguí, desde cuyo asesinato se han cumplido 100 años este 10 de marzo. Como nota de actualidad, el Ministerio de Defensa ha prohibido a un sindicato homenajearle en La Mola de Menorca. [Lean la noticia aquí]

Cada capítulo de Apóstoles y asesinos versa sobre un personaje, concepto o espacio. La lectura es amena. Tiene la virtud de estar muy bien documentado sin ser denso.

Narra la amistad entre tres hombres muy distintos, unidos por su deseo de mejorar la justicia social y las míseras condiciones de los obreros de la Barcelona de inicios del siglo XX: Salvador Seguí –el Noi del sucre–, Francesc Layret y Lluís Companys.

Salvador Seguí, el protagonista, de profesión pintor, con personalidad arrolladora, carismático, lector de Nietzsche, fue un incansable trabajador, capaz de ejercer su oratoria durante siete horas en la plaza de las Arenas para conseguir el apoyo de la mayoría a la estrategia de actuación que él propone para la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

Francesc Layret fue el primogénito de una familia burguesa, graduado en Filosofía y Derecho, animal político, inspirador, idealista, promotor de ateneos para la educación de los obreros, crecido intelectualmente muy por encima de sus muletas, indispensable en el desarrollo de los acontecimientos históricos.

Lluís Companys fue hijo de campesinos ricos, abogado y acérrimo defensor de los obreros en los tribunales. Se le apodaba en esa época «el pajarito», alegre, mujeriego, romántico. Se lo describe en la época en que definió sus ideas políticas y el catalanismo que marcaron su vida y lo llevaron más tarde a convertirse en Presidente de la Generalitat y a ser fusilado en 1940.

Junto a ellos, descubrimos a otros muchos personajes, como el preclaro Ángel Pestaña: niño vagabundo, más tarde minero y lector. Participa en la Tercera Internacional de Moscú con un discurso de diez minutos en que desautoriza al Partido Comunista ruso y le quita el protagonismo de la revolución [leer más aquí]. A continuación Trotski lo rebate durante 45 minutos y Lenin, a quien evalúa como «autoritario, absorbente», lo convoca a una entrevista privada.

Mientras Seguí, Layret y Companys, a riesgo de su vida, se posicionan en contra de la violencia para defender la lucha social, la violencia y el pistolerismo crecen imparables a su alrededor.

En noviembre de 1920, con Companys arrestado, asesinan a Francesc Layret –que iba a encargarse de su defensa– mientras Companys y Seguí viajan desterrados en barco a La Mola de Menorca junto a 35 presos sindicalistas más (Lean aquí la noticia original). Companys abandona Menorca al ser elegido diputado por Sabadell en diciembre de 1920. Seguí permanece allí un año antes de ser trasladado a la cárcel Modelo. Allí, Seguí madura sus ideas políticas. En sus palabras (citado por Soler):

La política patrocinada por la Lliga ha pretendido, y en parte logrado, dar a entender a toda España que en Cataluña no existe otro problema que el suyo: el regionalista. Esto es una falsedad; en Cataluña, después del problema social, que no es catalán, sino universal, existe el problema que tienen planteado otros pueblos de Europa. El problema de libertad y descentralización administrativa, que todos los hombres liberales del mundo aceptamos.

Que se dé a Cataluña la autonomía, que se dé, si se quiere, la independencia, pero ¿sabéis quiénes serían los primeros en no aceptarla? Nosotros no; de ninguna manera. Procuraríamos entendernos como fuese con la burguesía catalana. Los primeros en no aceptar la independencia de Cataluña serían los mercaderes de la Lliga Regionalista. La misma burguesía catalana que está dentro de la Lliga sería la que no la aceptaría de ninguna manera.

Apóstoles y asesinos, p. 341

Junto a la violencia obrera, leemos respecto a la violencia de cuello blanco, promovida por la siempre ambiciosa patronal y por el propio gobierno que demasiado a menudo ejecuta sus deseos. Hay honrosas excepciones, como el ministro de Gobernación Burgos y Mazo (1919), que (citado por Soler) dejó escrito en sus memorias:

Hay que decirlo con toda claridad, sin temor alguno, como debido tributo a la verdad: la clase patronal y otros elementos directivos de Barcelona son los principales culpables de ese estado social que allí existe hoy, sin que osemos defender tampoco la absoluta inocencia de los Gobiernos.

Apóstoles y asesinos, p. 200

El libro transmite cómo se libraba una guerra a muerte entre la patronal y la CNT, y cómo esta se saldó con centenares de muertes de cenetistas, especialmente tras la huelga de la Canadiense en 1919, gracias a la que se consiguió por primera vez la jornada laboral de ocho horas.

Se explica también la creación del Sindicato Libre en el Ateneo Obrero en 1919, nacido de la oposición al anarcosindicalismo. Algunos de sus miembros se convertirán en pistoleros a sueldo.

El relato de Antonio Soler nos presenta también algunos de esos individuos siniestros empleados por el Gobierno durante las dos primeras décadas convulsas del s.XX. Entre ellos, el ex-policía Bravo Portillo, colocado por Milans del Bosch, inicialmente para procurar «escolta segura a los miembros de la patronal y también localizar y facilitar la detención de militantes de la CNT». En realidad, lideró hasta su muerte en 1919 la temible Banda de los sesenta, exponente del pistolerismo, con el apoyo de los somatenes.

La Federación Patronal sufragaba el mantenimiento de la banda con la fortuna de 30.000 pesetas mensuales. Además puso a disposición de Portillo unas oficinas en el número 71 de la calle Septembrina.

Apóstoles y asesinos, p. 174

Bravo Portillo fue también quien encargó a Lasarte Pessino la elaboración de un tristemente útil fichero nominal para represaliar a miembros de la CNT. Tomó su lugar el carnicero africanista Martínez Anido (más tarde Ministro de Gobernación bajo Franco durante la Guerra Civil) y su secuaz Miguel Arlegui Bayonés. Ambos fueron artífices del asesinato de Seguí.

La Ley de fugas –ejecución extrajudicial o paralegal, que consiste en simular la evasión de un detenido– favoreció el asesinato de más de 500 sindicalistas. Se había utilizado ocasionalmente en el siglo XIX y por primera vez se usó en Barcelona en 1920, según señala Francisco Romero Salvadó. Su aplicación se generalizó a partir de enero de 1921, después de que el jefe de policía Miguel Arlegui promoviera este procedimiento y tras la autorización aprobada por el gobierno de Eduardo Dato en 1921. Dato fue asesinado por anarquistas en Madrid ese mismo año, y la ley continuaría utilizándose durante el franquismo.

No se puede obviar el papel de los industriales catalanes (entre ellos la Patronal y dirigentes de la Lliga como Francesc Cambó) en la situación de Barcelona después de 1919. Junto con la cúpula militar de Barcelona (especialmente Martinez Anido) forzaron la dimisión de dos gobiernos españoles en 1919: el gobierno de Romanones en abril de 1919 y el gobierno de Sanchez de Toca en diciembre de 1919, ambos opuestos al nivel de represión.

Durante gran parte del periodo comprendido entre 1919 y 1923 los gobiernos de Madrid tuvieron poco control sobre la politica de Barcelona: en efecto, Milans del Bosch convirtió a Catalunya en una entidad separada, gobernada por un regimen militar de facto que podría considerarse precusor del que impuso Primo de Rivera. El apoyo de los industriales sería también fundamental para el golpe de Primo en septiembre de 1923, que puso fin al sistema parlamentario de la Restauración.

El relato de Soler, mucho más que una biografía del Noi del sucre, es una lectura altamente recomendable que a veces asusta por sus paralelismos con la realidad española actual y la suciedad de las cloacas del estado, sin llegar a la extrema violencia de entonces.

FOTOS: Salvador Seguí, el Noi del sucre, dominio público (izq); Severiano Martínez Anido, dominio público (dcha).

[Artículo con dato corregido el 1 de septiembre de 2023]

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El hijo del apotalado, la Guerra Civil en Canarias

En la Feria del libro de La Laguna (Tenerife) se presentó la novela El hijo del apotalado, cuyo autor es Jorge Fonte. Lo ha publicado la editorial catalana Milenio. Se inspira en hechos reales de represión durante la Guerra Civil y la posguerra en la isla de El Hierro, y tiene como particularidad que sus protagonistas son hombres y mujeres reales de la época, algunos de ellos familiares del autor, que interactúan con otros de ficción.  

Fonte explicó que en el verano de 2019 cayó en sus manos el libro La represión franquista en El Hierro (1936-1944), de Miguel Ángel Cabrera Acosta y que, al leerlo, se topó con el nombre de Pastor Fonte –primo hermano de su abuelo Benigno Fonte– como miembro representativo de la Falange (Falange Española y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), que ejerció su poder como tal en la isla con despotismo y crueldad.

Pastor Fonte (foto cedida por Jorge Fonte)

Pastor Fonte pasó de ser concejal del Ayuntamiento de Valverde en 1923 por el Partido Republicano Obrero de Valverde a ser interventor de cuentas en 1935 y, en 1936, vicepresidente del Cabildo de El Hierro, cobrando 6.000 pesetas al mes (una fortuna en esa época) cuando sorprendentemente el presidente cobraba solo 950 pesetas. Él y sus dos hijos José y Paco “causaron auténtico terror en la isla,” en palabras del escritor.

Nos admira la investigación documental y la forma literaria de El hijo del apotalado que Fonte desarrolló a lo largo de tres años, entrevistando además a lugareños y descendientes de algunos de los protagonistas para contrastar y obtener su versión de hechos históricos, como los falsos fusilamientos de El Pinar.

Tras el golpe de estado de julio de 1936 se encargó al militar retirado José María Cotta Benítez fundar el partido de la Falange en El Hierro, donde no existía, convirtiéndose él en su Jefe insular e iniciando la persecución de desafectos al régimen. Hubo seis herreños, tres de El Pinar y tres de Isora, que se escondieron en cuevas para no ser apresados, como maquis. Como en octubre aún no habían aparecido, Cotta Benítez convocó a trece de sus familiares en el cementerio y simuló fusilarlos uno a uno, haciendo que untaran sus cuerpos con sangre de animal y ordenándoles permanecer quietos. No obstante el cruel episodio, no se los delató y uno de ellos permaneció huído durante ocho años.

Tal brutalidad provocó posteriormente la destitución de Cotta Benítez por parte de la Comandancia General Militar y su ingreso en prisión entre octubre de 1936 y febrero de 1937. La prisión fue Fyffes, en Tenerife, originalmente un almacén de plátanos, por donde entre 1936 y 1950 pasaron más de 4.000 personas, estando hacinados hasta 1.500 al mismo tiempo, muriendo muchos por enfermedad o desnutrición.

El título El hijo del apotalado, que Jorge Fonte luchó hasta el final por mantener frente a la inicial reticencia de la editorial, hace referencia a cómo se asesinaba y desaparecía a las personas represaliadas durante la Guerra Civil y el franquismo en Canarias metiéndolas en un saco con las manos atadas y arrojándolas al mar desde barcas, siendo una potala la piedra que, atada a un cabo, sirve para fondear.

El escritor, tal vez para acallar los posibles comentarios de detractores de la necesidad de explicar el pasado y la supuesta no mención a la violencia izquierdista, aludió a las checas de Madrid y mostró imágenes del cementerio de Paracuellos del Jarama en el que se fusiló a 2.500 personas en noviembre de 1936. Explicó que las víctimas de esa violencia fueron exhumadas y dignificadas en un cementerio en 1940 y que el régimen franquista ayudó a sus familias.

Fonte quiso acabar la presentación con una reflexión personal:

El franquismo determinó que había españoles buenos y españoles malos, en una suerte de genocidio ideológico. Las mayores atrocidades se cometieron por no soportar que hubiera personas que pensaran de manera diferente, por intolerancia y fanatismo. He escrito esta novela porque el miedo lleva al silencio, y el silencio lleva al olvido.

Jorge Fonte, durante la presentación del libro en La Laguna.

El adjetivo que más se oyó en la ronda de preguntas posterior a la presentación del libro fue “Valiente”, sin duda por el hecho de incluir negro sobre blanco los nombres de los verdugos, además de los de las víctimas; especialmente al tratarse de una historia de un lugar tan pequeño donde todo el mundo se conoce:  un lugar, las Islas Canarias, donde el mayor cementerio de personas represaliadas es el mar.

Parte de la documentación utilizada para la novela se obtuvo del encomiable trabajo de Pedro Medina Sanabria en su blog Memoria e Historia de Canarias, fruto de su constante investigación en los Archivos de los Tribunales Militares. Esperamos incorporar próximamente datos de sus investigaciones.

El hijo del apotalado ha sido seleccionado para formar parte de la colección de la Audioteca de Literatura Canaria Actual, organizada por el Instituto Canario de Desarrollo Cultural

FOTO: Campo de concentración de Fyffes (conocido como «Faifes») en Tenerife (cedida por Jorge Fonte)

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Nuevo convenio con la Asociación de Profesionales de la Archivística y la Gestión de Documentos de Catalunya

La Associació de Professionals de l’Arxivística i la Gestió de Documents de Catalunya (AAC, antes Associació d’Arxivers) y la asociación Innovación y Derechos Humanos (ihr.world) han renovado su convenio de colaboración durante cuatro años más para organizar actividades y difundir proyectos de ambas entidades. Desde el inicio de nuestros proyectos hemos tenido objetivos en común como dar a conocer las importantes actividades que desarrollan los archivos y sus profesionales, promover la apertura de los archivos y el acceso a la documentación. 

Los proyectos de Innovación y Derechos Humanos facilitan el acceso a documentación y información de la Guerra Civil y el franquismo. La mayoría de registros de la base de datos centralizada, con más de 1,4 millones de registros, y también el Proyecto sumarísimos, sobre los procedimientos judiciales militares de la dictadura, com más de medio millón, hacen referencia a documentación conservada en archivos.

Además de ayudar a los familiares de las víctimas a acceder a documentación, para nosotras es muy importante dar a conocer qué hacen los archivos y difundir su uso social reutilizando los datos que han elaborado.

Lea aquí nuestra primera colaboración con la AAC en 2017, El futuro es ahora, con motivo de su congreso bianual.

Aquí, una selección de nuestros artículos relacionados con la difusión de los archivos. Consulte también:

La Associació de Professionals de l’Arxivística i la Gestió de Documents de Catalunya se ha hecho eco de la firma de este convenio en su web

FOTO: Concha Catalan, presidenta de ihr.world; Francesc Giménez, presidente de la AAC; Eli Pachón, archivera de la asociación.

Tres nuevos conjuntos de datos de consejos de guerra

Tenemos muchos listados de nombres y apellidos de personas represaliadas que vamos incorporando, y este curso estamos dando prioridad a los consejos de guerra. Con esta nueva inclusión de datos, hemos llegado a 1,4 millones de registros.

Hemos incorporado tres nuevos conjuntos de datos únicamente de consejos de guerra. Son casi 50.000 registros más de este tipo, que se suman a los más de medio millón que ya teníamos integrados en la base de datos (Superamos el medio millón de consejos de guerra). Lo destacable de dos de ellos es que los expedientes pueden leerse íntegramente online.

El mayor de los conjuntos de datos que incluimos ahora consta de 30.665 registros de consejos de guerra de la 1ª Región Militar, gracias a la actualización de datos del Archivo General e Histórico de Defensa en septiembre de 2021. La Auditoría de guerra de la 1ª Región Militar tenía la sede de su Capitanía General en Madrid, y jurisdicción sobre Madrid, Toledo, Ciudad Real, Segovia, Ávila y Cáceres. También la tuvo sobre Guadalajara desde 1942 y sobre Badajoz hasta 1960. Hemos descrito el conjunto de datos aquí. No se indica la provincia en la que se inició la instrucción del procedimiento judicial militar dentro de la 1ª Región Militar.

Además, hemos añadido consejos de guerra de dos provincias andaluzas: Huelva y Jaén, custodiados por el Tribunal Militar Territorial Segundo, con sede en Sevilla. Se da la circunstancia de que las Diputaciones de ambas provincias han llevado a cabo impresionantes procesos de digitalización de todos los expedientes de procedimientos judiciales militares. Por ello, están disponibles íntegramente online si se dispone de certificado digital.

Se trata de más de 6.000 consejos de guerra de la provincia de Huelva y más de 12.000 de la provincia de Jaén.

Incorporamos los 6.454 registros de consejos de guerra de la provincia de Huelva gracias a la investigación de Jose María García Marquez en el Archivo del Tribunal Territorial Militar Segundo, digitalizados por un acuerdo con la Diputación de Huelva y accesibles íntegramente online mediante certificado digital. Lee sobre ellos aquí y consúltalos en el siguiente enlace. Pronto analizaremos esos datos. 

Explora los procedimientos judiciales de Huelva aquí 

Finalmente, hemos añadido referencias a 12.057 consejos de guerra de la provincia de Jaén, digitalizados por el Instituto de Estudios Giennenses, también procedentes del Archivo del Tribunal Territorial Militar Segundo y accesibles íntegramente online mediante certificado digital.  Lee sobre ellos aquí y consúltalos en el siguiente enlace:

Explora los procedimientos judiciales de Jaén aquí

En fecha 3 Noviembre 2022 se ha republicado el gráfico de datawrapper para evitar confusión con los colores.

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Bailando la Guerra Civil

La compañía de danza Miquel Barcelona presentó en el Mercat de les Flors su primer espectáculo de largo formato, Rojos, del 20 al 23 de enero . Surge tras una investigación conceptual y coreográfica de 2 años sobre la posguerra española, a partir de quince encuentros y espectáculos de pequeño formato en espacios culturales catalanes, interactuando con las personas del entorno y explorando la memoria sobre este periodo.  Intuyo que su trabajo había dejado huella, porque llenaron el teatro los cuatro días sin el despliegue publicitario que a veces precede a otras obras mucho menos innovadoras que esta. 

El lenguaje corporal no es algo a lo que estemos habituadas para acercarnos a la comprensión humana de la Guerra civil y la posguerra, aunque he visto otros espectáculos bellos e inquietantes que presentan con gran sensibilidad y belleza la violación de los derechos humanos. Por ejemplo, el Cor Vivaldi en concierto interpretando la música coral de diversos campos de concentración en Las veus del silenci (Las voces del silencio) ; y la serie de piezas sobre Derechos Humanos del mimo Carlos Martínez,  extraordinario , creadas también desde la expresión corporal. 

El sábado 22, el Mercat ofreció Una hora abans (Una hora antes), un espacio de interacción de los intérpretes con el público inmediatamente antes de la función –podéis verlo aquí  

“Yo no tenía interés por esta época,” contó Miquel Barcelona, pero “estando en Corbera d’Ebre, me sentí interpelado para conocer”. Durante el proceso de investigación, optaron por no entrar en los detalles escabrosos porque “es un material muy sensible, que tiene que ver con el dolor de las personas”. Tampoco querían recrear material -ni música- de una época en la que no habían nacido, ni tampoco que fuera nostálgico, ni utilizar clichés. 

La autenticidad y la innovación de esta obra parte de ese punto, de esta investigación: han estudiado, leído y hablado con testimonios de la época “algunos escalofriantes y terribles”, pero no querían bailar lo que les contaron que había sucedido. “Decidimos muy rápido que esto iba a ser un espectáculo de creación,” dijo Barcelona. Lo interiorizaron para luego poder bailarlo desde dentro. 

La investigación de la posguerra, explicó Barcelona, se centró en tres aspectos: “las mujeres públicas, la creación artística y el movimiento homosexual”. Y sí, algo se vió de eso, pero en mi humilde opinión, los trasciende y va más allá, incluso más allá de la posguerra, incluso más allá de la Guerra Civil -que también abarca-: con el lenguaje universal de la danza, transmiten la fragilidad y la resistencia humana en contextos de violencia y represión generalizada. 

El resultado es impactante, desde el gesto más sutil y lento al movimiento brusco que marca las secuencias más dramáticas. Barcelona es claramente un artista que crece con la fuerza del trabajo de su equipo interdisciplinar, en el que cada persona aporta lo mejor. Es impresionante la escenografía (de Laura Clos “Closca”), sorprendentes las voces que surgen de los bailarines e imprescindible la música de Carlos Martorell. 

La Compañía Miquel Barcelona explora y revela el impacto físico en el cuerpo de la guerra y la posguerra, en el hambre, en la huida, en la retaguardia, en la clandestinidad; esa que quedó en las arrugas, en el gesto hosco y, sobre todo, en el silencio de muchos de nuestros mayores: el eso no ocurrió o esa no fui yo, o ese tiempo ya pasó o en el no abras esa herida, en el imposible querer apagar el eco de lo vivido y lo sufrido. 

Este equipo recrea y baila ese eco de forma perturbadora, por su sinceridad, y crea una memoria nueva, muy necesaria, de la posguerra, Ese eco poético retumba en nuestro estómago y en nuestra mente tiempo después. Les auguramos lo mejor con este espectáculo y los que vengan. Síganlos en su página web aquí.  

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FOTO: Poble Vell. Corbera d’Ebre. Wikipedia CC BY-SA 3.0