Continuamos incorporando datos relativos a las personas exiliadas a consecuencia de la Guerra Civil y la represión que la siguió a nuestra base de datos. Esta es la historia del SS Winnipeg. Jaime Ferrer Mir, hijo de uno de los pasajeros, elaboró un listado y lo publicó en el libro Los españoles del Winnipeg: El viaje de la esperanza [Ed. Cal Sogas, Santiago de Chile, 1989]. Gracias a un convenio con la Fundación Pablo Iglesias, hemos integrado esos nombres, que ahora son buscables entre los 1.425.283 registros referenciados a archivos de que disponemos hasta el momento. Aquí está la descripción del conjunto de datos.
El SS Winnipeg fue un paquebote mixto mixto francés, preparado para pasaje y carga, construido en 1918 y botado con el nombre de Jacques Cartier en los astilleros de Dunkerque en 1919. Originalmente podía transportar hasta 97 personas, con una tripulación de 114.
Se conoce al Winnipeg por su viaje transportando 2200 españoles tras la Guerra Civil. El barco salió de Pauillac (Francia) el 4 de agosto de 1939.
Tras terminar la Guerra Civil en febrero de 1939, el ex embajador republicano español en Chile, Rodrigo Soriano, había mandado una carta al Gobierno chileno preguntando si su país estaba dispuesto a conceder asilo a refugiados españoles que se encontraban hacinados en campos de concentración en Francia.
Gracias a la solidaridad del gobierno chileno, el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) [Lee más sobre el SERE en El exilio republicano: Introducción] adaptó el barco para acomodar a los refugiados españoles entre los meses de junio y julio de 1939 en los astilleros de El Havre.
La expedición fue promovida por el poeta chileno Pablo Neruda, quien viajó a Francia como cónsul especial para la emigración española en París y que, en coordinación con el SERE, organizó la expedición marítima. El propio presidente Pedro Aguirre Cerda-líder del Frente Popular- comprometió los esfuerzos del Estado para apoyar y financiar el traslado a Chile de los refugiados españoles. Antes de llegar a Francia, Neruda pasó por Buenos Aires, Rosario y Montevideo, donde obtuvo la colaboración de organismos solidarios argentinos y uruguayos que participaron en la financiación del exilio de los refugiados. Neruda se había desempeñado antes como cónsul de Chile en Barcelona en 1934 y en Madrid en 1935.
El viaje a Chile duró 30 días, y los últimos días de navegación los hizo cerca de la costa y a oscuras, por temor a sufrir atentados de submarinos alemanes. El día 26 de agosto de 1939 el barco atracó en Arica, en donde descendieron un grupo de pasajeros que se instalaron en dicha ciudad del norte de Chile.
La tarde-noche del 2 de septiembre, el Winnipeg atracó en el puerto de Valparaíso. Al día siguiente, a las 9 de la mañana, comenzó el descenso de los pasajeros. Los refugiados recuerdan con emoción el recibimiento a su llegada a Valparaíso. Los esperaban autoridades civiles y militares, dirigentes políticos, de sindicatos, estudiantiles, y numeroso público, que entonaban canciones republicanas para recibirlos.
De este contingente, un grupo de ellos se quedó en Valparaíso, otro grupo abordó un tren directamente a la Argentina, y el grupo mayoritario viajó en tren a Santiago, donde también se les tributó un cariñoso recibimiento
Tras la ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial, el Winnipeg permaneció bajo bandera francesa, navegando para la Francia colaboracionista de Vichy. Fue capturado en 1941 en el mar Caribe, y confiscado por el gobierno británico posteriormente. En 1942 fue renombrado Winnipeg II y torpedeado por un submarino alemán.
Gran parte de los pasajeros del Winnipeg eran obreros especializados, técnicos y profesionales, y contribuyeron al desarrollo del mundo editorial, la ciencia, la industria y el comercio chileno.
Algunos destacados intelectuales y artistas que llegaron a Chile como refugiados en el Winnipeg fueron José Balmes, Roser Bru, José Ricardo Morales, Leopoldo Castedo, Antonio Romera y Mauricio Amster, entre otros, según memoriachilena.
El Winnipeg representa una doble tragedia de perder una guerra y salir de la patria. Su travesía pertenece a la gran historia de la diáspora del exilio español, y es el hito fundamental de este exilio en Chile, el que ha tenido un papel altamente relevante en América.
José A. Martínez de Villarreal, ministro consejero de la Embajada de España en ocasión del 50 aniversario de la llegada a Chile del Winnipeg. [Fuente]
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FOTO: Un grupo de niños embarcados en el Winnipeg (1939). Agrupación Winnipeg. Este archivo ha sido publicado en Wikimedia Commons gracias a una colaboración entre el Centro Cultural de España en Santiago y Wikimedia Chile., CC BY-SA 4.0.