Este diciembre no solo se cumple el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y el séptimo de la creación de nuestra asociación. Se cumple también una efeméride más siniestra: el 60 aniversario de la creación del Tribunal de Orden Público durante la dictadura franquista, como parte de su estrategia de pretender dotarse de un marco legal y legitimar así la represión que ejercía contra conductas que eran consideradas delitos políticos.
Hoy incorporamos a nuestra base de datos los nombres de las 9.746 personas procesadas por dicho tribunal, cedidos por el abogado laboralista, magistrado, Doctor en Derecho e investigador Juan José del Águila. [Aquí la descripción del conjunto de datos]
El Tribunal de Orden Público (TOP) existió en España durante el franquismo entre diciembre de 1963 y enero de 1977 para reprimir y juzgar los considerados delitos políticos, especialmente los clasificados “contra la seguridad interior”. Otros delitos continuaron bajo la jurisdicción militar (ver Sumarísimos).
Lo primero que llama la atención es que de los 11.483 casos procesados por el TOP relacionados con delitos contra la seguridad interior, el 77 por ciento estaba relacionado con conductas que hoy en día constituyen derechos y libertades democráticas de los ciudadanos. Sin embargo, para el franquismo, estos comportamientos cívicos eran gravemente catalogados según la tipificación delictiva que juzgaba privativamente el TOP, esto es, asociación ilícita, propaganda ilegal, manifestaciones y reuniones, desórdenes públicos y sedición.
Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 237)
Según cuenta Juan José del Águila en su blog Justicia y Dictadura:
El TOP se creó junto al Juzgado de Orden Público (JOP) por Ley de 3 de diciembre de 1963, funcionó desde primeros del año 1964 hasta su extinción por decreto del 4 de enero de 1977. El JOP instruía los sumarios y el TOP celebraba los juicios y dictaba las sentencias, que mayoritariamente fueron condenatorias . Fue el último de los muchos tribunales especiales represivos. Sus condenas se basaban fundamentalmente en los atestados policiales de la brigada político social, con declaraciones obtenidas en la mayoría de las ocasiones con torturas y malos tratos.
Nadie sabe más sobre el TOP que Juan José del Águila. Después de estudiar Derecho y Sociología, en 1969 fue encausado y condenado por dicho Tribunal. Por ello, pasó un año en diversas cárceles. En 1997 leyó su tesis doctoral sobre el TOP (se puede leer íntegra en su blog).
En 2021 se publicó la segunda edición revisada y ampliada del libro El TOP. La represión de la libertad (1963-1977). La primera edición vio la luz en el año 2000, aunque su presencia en el mercado fue breve. Esta segunda edición la promovieron la Fundación Abogados de Atocha y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Suyo es el dato de que el TOP impuso un total de 11.958 años de cárcel a quienes condenó.
En aquellas fechas esta denominación, inédita hasta entonces hasta nuestro país, no sorprendió a nadie, dado que la simple conjunción de los vocablos «Tribunal» y «Orden Público» estaban en línea con las conocidas pretensiones políticas que perseguía el régimen: civilizar la represión política que, hasta esas fechas, estaba siendo aplicada fundamentalmente por los militares.
Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 216)
En su momento, incluimos una reseña del libro por Enrique Lillo Pérez en un artículo respecto a la masacre de Atocha, en la que Juan José del Águila y Manuela Carmena pudieron haber perdido también la vida junto a sus compañeros, también abogados laboralistas.
La primera edición del libro iba acompañada de un CD con una base de datos, el TOPDAT, que permitía acceder a la totalidad del texto de las sentencias ubicadas hasta entonces, y hacer búsquedas por los nombres de los/as abogados/as y de los/as procesados/as, tal como explica Del Águila en su blog . Lamentablemente, veinte años después no parece ser posible editar algo semejante en formato digital, a pesar de que constituiría un estupendo recurso de investigación sobre dicho Tribunal. No en vano, desde nuestra asociación seguimos promoviendo la transparencia y el derecho de acceso a la información pública.
Respecto a la denominación del Tribunal:
El uso del concepto «Orden Público», una de las expresiones clave del franquismo, también resultaba idóneo para los objetivos pretendidos con la creación del TOP. Dicho concepto aparece estrechamente ligado a las intenciones de los militares golpistas, y así venía recogido en las instrucciones preparadas por el general Mola y que más tarde se reproducirían casi literalmente en todos los bandos de los sublevados contra la República. Franco, por ejemplo, declaró el estado de guerra en el archipiélago canario afirmando que su objetivo era el restablecimiento del orden público quebrantado en la República…
Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 216)
En esta segunda edición, Del Águila explica que durante su investigación no solo ha podido incluir las 86 sentencias correspondientes al primer trimestre de 1972, que no estaban en el archivo con el resto de la documentación, sino que ha “aflorado” la existencia de dos tribunales de breve vida pero fundamentales por sus características como antecedentes para entender la creación del TOP. Se trata del Primer Juzgado Especial de Orden Público, en febrero de 1956; y el Juzgado Especial Nacional de Propaganda Ilegal, en mayo de 1957, ambos adscritos a los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Madrid nº 19 y 13 respectivamente. (pág. 35)
Es de destacar que, si bien entre los años 1969 y 1971 el TOP procesó a más de 900 personas cada año, los años de mayor represión por lo que se refiere a número de procesados fueron los últimos de su existencia, entre 1973 y 1975. Según la investigación del autor, el 74% de las 3.884 sentencias del TOP fueron condenatorias, llegando este porcentaje hasta el 85% en 1976 (pág 232) y el 20% de los 9.746 procesados eran estudiantes universitarios, 2.002 en total (pág 226).
En esta nueva edición, Del Águila dedica dos capítulos al “caso Grimau”: el irregular -incluso en el marco de la dictadura- proceso al dirigente político comunista Julián Grimau y su posterior fusilamiento el 20 de abril de 1963, calificándolo de “crimen de estado”.
Respalda con amplia documentación la hipótesis de que, durante el mes de abril de 1963, el Consejo de Ministros decidió retrasar deliberadamente la aprobación del Decreto Ley de creación del TOP hasta la definitiva promulgación de la Ley de creación del Juzgado y Tribunal de Orden Público el 2 de diciembre, para poder ajusticiar a Julián Grimau mediante un consejo de guerra en un tribunal militar, como se había hecho hasta entonces (ver Sumarísimos).
El proceso a Julián Grimau, el hecho de que fuera objeto de torturas (que se intentaron ocultar alegando que Grimau se había lanzado voluntariamente por una ventana durante su interrogatorio) y su sentencia a la pena capital provocó protestas internacionales e incluso la intervención del Papa Juan XXIII para intentar evitar su muerte.
El autor llega a una dura conclusión:
Mientras la sociedad española no asuma en lo sustancial que el caso Grimau fue un “crimen de Estado”, no podrá decirse que el régimen democrático está definitivamente consolidado en este país.
Juan José del Águila; El TOP. La represión de la libertad (1963-1977) (pág. 403)
Juanjo del Águila ha explorado archivos durante décadas. Les invitamos a descubrir los resultados de su ardua investigación en este libro y en su blog justiciaydictadura.com, donde escribe principalmente sobre el TOP, la Brigada Político-Social y la Jurisdicción de Guerra.
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FOTO: Portada del libro El TOP. La represión de la libertad (1963-1977), de Juanjo del Águila. Editado por la Fundación Abogados de Atocha; Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Madrid, 2020.